Todos los actores del mercado tienen el foco en la inflación luego de que la Fed anunció la semana pasada un ajuste en sus predicciones de inflación para el 2021, y Wall Street arrancó expectante este martes a la espera de la comparecencia del presidente de la autoridad monetaria, Jerome Powell, ante el Congreso.
En ese sentido, una de las primeras interrogantes es cuánto demorará el aumento de los precios.
Es probable que el aumento de la inflación en EE.UU. sea transitorio, pero el período de transición puede ser más largo y vacilante de lo previsto anteriormente, dice un análisis del banco holandés ING.
Cuanto más persista un período de inflación elevada, o al menos el miedo a una inflación elevada, mayor es el riesgo de que un fenómeno transitorio percibido se vuelva permanente, afirman los expertos del banco.
Tradicionalmente, se necesitan entre seis y doce meses antes de que se materialice cualquier traspaso de los precios al productor más altos a los precios al consumidor. No existen estimaciones estándar para este traspaso, ya que el poder de fijación de precios difiere dependiendo, por ejemplo, del estado del ciclo económico o del nivel de competencia.
En la situación actual, tanto en EE. UU. como en la eurozona, los altos atrasos en el sector manufacturero y los consumidores ricos en efectivo sugieren que existe un gran potencial para una transferencia significativa. Un último impulsor de la inflación en 2022 podría ser el costo de la vivienda, asegura ING.
Para PIMCO, “curiosamente”, los cambios más agresivos en las expectativas de la trayectoria de las tasas de los participantes del FOMC se produjeron a pesar de los pocos cambios en la tasa de desempleo de 2023 y las previsiones de inflación. Esto sugiere menos tolerancia para un rebasamiento de la inflación de lo que se pensaba anteriormente.
Según los analistas de la gestora, el reciente aumento de las expectativas de inflación como un acontecimiento positivo porque las expectativas de inflación probablemente se habían anclado por debajo del objetivo del 2% del FOMC.
A pesar del mayor enfoque en mitigar el riesgo de un aumento no deseado en las expectativas de inflación, los cambios en el pronóstico de inflación sugieren que la Fed aún cree que el pico inflacionario actual será transitorio, estiman los analistas. En este sentido, PIMCO coincide con la idea de que la actual racha de mayor inflación será transitoria. Sin embargo, el riesgo de una inflación más persistente depende de que las expectativas de inflación se mantengan ancladas.
“Los consumidores pueden reaccionar ante el reciente aumento de precios de dos formas. Podrían retrasar el consumo por considerar que los precios serán más bajos más adelante, o podrían comprar más ahora a pesar de los precios más altos, creyendo que los precios serán aún más altos más adelante”, comentan los expertos.
Para BigSur Partners la explicación más sencilla del reciente movimiento a la baja en los rendimientos es que el mercado actualmente simplemente está optando por creerle a la Fed, a pesar de los datos económicos que, si se mantienen, harían que los niveles actuales de inflación sean más que transitorios. “Tres meses de datos inesperados de inflación no son en sí mismos motivo de alarma, especialmente en el contexto del objetivo de política declarado de la Fed de apuntar a una ‘inflación promedio del 2%’, a diferencia de las lecturas aisladas de un mes a otro”, dice el número 86 de The Thinking Man’s Approach: “Inflation: Transitory or Here to Stay?”.
Hasta ahora, el mercado se ha conformado con creerle a la Fed, porque los factores que más han contribuido a sorprender las lecturas de inflación son, en su mayor parte, las industrias y sectores que se vieron particularmente afectados por la pandemia, a saber, el turismo y el transporte, estiman los analistas Ignacio Pakciarz, fundador y CEO y Rene J. Negron, analista.
En la opinión de BigSur Partners si hay algo que se ha recordado durante el transcurso de la pandemia es que los consumidores y las corporaciones a menudo no se comportan de la manera que esperamos que lo hagan. Del mismo modo, es difícil decir si las corporaciones aprovecharán al máximo la oportunidad de aumentar los precios o si optarán por hacerse con una participación de mercado con aumentos de precios más modestos.
“En tiempos de drásticos cambios sociales, es mucho más difícil predecir de manera confiable el comportamiento de los consumidores e incluso de las empresas. Lo que podemos decir es que el clima general del mercado se siente algo aterrado y, por lo tanto, propenso a reacciones exageradas a corto plazo. Aunque nos inclinamos a creer que la Fed no perderá credibilidad y que, en última instancia, tendrá razón al afirmar que la inflación será transitoria, creemos que probablemente habrá al menos un «bache» en el camino, probablemente en forma de una lectura sorprendentemente alta de la nómina no agrícola, una disminución en las vacantes de trabajo, un gasto repentino de ahorros previamente acumulados, o tal vez solo una lectura del IPC de más del 6%”, aseveran los analistas.
Por último, Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Insurance AM, la incertidumbre sobre la inflación se mantiene, pero con una mayor seguridad de que la Fed no dejará que la inflación se descontrole, la atención volverá a centrarse en el lado real de la economía.
Sin embargo, surge la incertidumbre como si la actividad privada será lo suficientemente fuerte como para reemplazar el estímulo fiscal, que se reducirá rápidamente en la segunda mitad del año. O también surge la duda si será factible el objetivo de volver al 3,5% de desempleo y reducir las diferencias de oportunidades laborales que sufren las minorías.